Buscando a Wally

jueves, 30 de diciembre de 2010

SIDRA LA VICTORIA

EL PODER DEL HACHA 16 - DEPORTIVO CARILÓ 14
El verdadero sabor de la victoria. Bien trabajada, bien buscada, bien merecida. En épocas de brindis, sidra, ananá fizz y turroncito, el Poder del Hacha se dio el lujo de descorchar un champagna de primer nivel.
Los anfitriones los recibieron sin conocerle las caras y ellos llegaron empilchados para la ocasión. 5 jugadores que en apariencia parecían invencibles: buen físico, altos, flacos... toda la pinta. Así aparecía "Deportivo Cariló" en el cesped de Frías para enfrentar al Hacha. Y El Poder con una defensa de baja estatura, Busus con la remera agujereada, el 9 fumando antes del partido, y el arquero con guantecitos de lana porque nunca pudo firmar un contrato con Reusch.
El partido empezó de esa forma, con un Hacha que sabía que iba a perder y un Cariló que de entrada se enteró que el partido estaría ganado. Más aún cuando a los 5 minutos Marchetta regala un saque desde el fondo y los visitantes abren el marcador. Panorama negro. Pintaba el baile de sus vidas. La defensa de Cariló salía jugando y tocando de abajo y en dos pases ponían un delantero mano a mano con el arquero. Los goles llegaban uno tras otro pero también erraban mucho frente al arco de Marchetta, y de vez en cuando el Poder achicaba la ventaja con algún gol que al principio, parecía que sería el último de la noche. Sumado a ese escenario complicado, cerca de los 15 minutos de juego Cuenca agotó el poco aire de sus pulmones y se mantuvo parado alrededor de 180 segundos que parecieron eternos. Ante los reproches de Gauna, que no entendió la situación, y las contestaciones del delantero, este último se desentendió del juego y hasta no recibió un pase de Bususcovich por hablar con el 18. La diferencia en contra llegaba a 4 goles y parecía el principio de una catástrofe. Pero Deportivo Cariló siguió perdiéndose chances claras y el Hacha de a poco se fue dando cuenta que con un poquito más de esfuerzo en cada jugada podía convertir goles y acercarse en el marcador. En ese momento el partido cambió y el conjunto local asumió un compromiso grupal de concentración al 100 %. El cuencagol parecía volver a su estado normal y empezó a amigarse con la red. El Ruso Bususcovich bien arriba con el embajador del gol presionando la salida y anotándose con porotos importantes. Con este sacrificio ofensivo Gauna y Vargas se afirmaron y se propusieron no dejar pasar más a nadie, o por lo menos hacer lo imposible para evitar que Marchetta sufriera complicaciones. De todos modos el arquero sostuvo una noche magnífica y fue el principal obstáculo para los jugadores de Cariló, de los cuales muchos también eran dueños de una gran pegada fuerte, aunque pocas veces pudieron transformarla en gol. De esta forma el Poder no sólo llegó al empate, si no que pasó al frente, pudo desatar todos los nudos y llegó a tener 4 goles de ventaja sobre el rival, que a esa altura ya se enredaba en sus propios nervios y la suerte les jugaba en contra.
Así fueron corriendo los minutos y cuando el árbitro pidió la pelota al final ya había un colchoncito de dos goles de ventaja que daba cierta tranquilidad. Un triunfo histórico, por la magnitud del rival, por la diferencia física y técnica individual. Merecido por el compromiso y el trabajo en equipo del Hacha, que, para fin de año, pareció conocer el verdadero sabor de la victoria. Salud.














Bususcovich tuvo una noche excelente. Aquí lo vemos cantando el himno.



















Un Cuenca picante. En el mano a mano con el defensor podía ganar y quedar cara a cara con el arquero. Se vio un delantero más atrevido que otras veces.










Marcelo Marchetta, dueño de una noche impresionante, dejando la vida en cada pelota.










Cuenca y Gauna en acción con la pelota dominada.

1 comentario:

  1. la ultima foto parece la situacion de la discucion entra gauna y cuenca

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