Buscando a Wally

martes, 18 de mayo de 2010

ROMÁN ES DISTINTO ?

PARA TODOS LOS RIQUELMEANOS


La imágen no representa ningun tipo de intencionalidad negativa para con Juan Román Riquelme, solamente intenta reflejar a modo jocoso la expresividad que demuestra el 10 de Boca en cada una de las incidencias de su vida. Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia. Riquelme pechofrío!!!





Riquelme corre con la ventaja que la posición de "enganche" lamentablemente está caducando. Los esquemas de la actualidad, desde las inferiores lo dejan de lado y los chicos aprenden otras cosas, olvidando su talento y picardía para moverse en busca de la recepción del balón, efectuar una gambeta o dar un pase desequilibrante a un compañero en posición ofensiva. Por eso, al quedar cada vez menos, no hay muchas opciones y se transforman en insustituibles. El 10 de Boca es dueño de una técnica que pocos poseen, eso es indiscutible. Los Verón, Gallardo, Aimar y D'alessandro, por ejemplo, son jugadores que ya pasaron o estan por cumplir 30 años, llegando de esta forma a la recta final de su carrera. Un escalón más abajo encontramos a los Ibagaza, Romagnoli e Insúa, tan solo por nombrar algunos, quienes también cruzaron la mitad y ven el final más cerca del principio, siempre hablando en líneas generales dependiendo de la particularidad de cada caso. Detrás de esa generación de enganches son pocos los que aparecen. Da la sensación que los "nuevos" que pueden cumplir tal función han conocido otros lugares de la cancha. Messi, dueño de un talento inigualable es más delantero y hasta goleador del fútbol español. Sebastián Blanco en Lanús, por citar un ejemplo del fútbol local, quién se desempeña como volante por el sector izquierdo. Es así como se va rompiendo el enlace entre los volantes y los delanteros, se juega de forma menos pícara, más predecible y mezquina y dejamos de lado a los que volantes que se desligaban un poco de la marca para crear el buen juego. Los que quedan en actividad son intocables. Son grandes jugadores. Riquelme es uno de ellos. Varía segun los gustos de cada observador. El mío apunta más a lo dinámico, pero se respeta a los que admiran el juego pausado y moderado. Lo que debe quedar en claro es que cuando el fútbol pierda a Riquelme, a Verón o a Gallardo, la pelota va a empezar a extrañar las caricias que recibía.

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