Buscando a Wally

viernes, 8 de octubre de 2010

EL GRITO SAGRADO ES LA LIBERTAD
Cuesta reflexionar e imaginar un mundo sin libre expresión, que nos impida profesar ideologías propias, leer al autor que elegimos y escuchar las canciones que nos gustan. La generación hijos de la era dictatorial crecimos y estamos entendiendo lo que era padecer ser preso de palabras y acciones. Nosotros comenzamos a definirnos políticamente y logramos comprender ciertas historias que cuando oíamos nunca descreímos, pero jamás nos acercamos ni un poco a entender determinadas sensaciones. Ahora escuchamos a los artistas que con sus letras castigan el régimen que obstaculizaba la libertad de las personas. Concurrimos a los actos y leemos el libro que queremos. Tenemos libertad de elección política, podemos los hombres usar el pelo largo e insultar en la cancha. Se puede hablar del tema.
El cambio grande fue posible y se logró, y por eso seguimos luchando por apagar los pequeños focos que a veces nos molestan: queremos borrar por completo este pasado triste que nuestros padres sufrieron y, de una vez por todas, escuchar a un periodista que diga lo que piense y no lo que tiene que pensar por pertenecer a una empresa. Necesitamos leer un diario que en su portada nos muestre la principal noticia, no la mala. Queremos erradicar la represión, que la policía sepa y quiera cuidar al pueblo, sin tener que matar a un jóven que con su entrada asistía a un recital. Si tan importante son el fútbol y la democracia para el argentino necesitamos un fútbol democrático. Pero que ese fútbol no esté sucio por los negocios, que siempre favorecen a los que todavía no nos dejan cantar una canción o criticar a determinado jugador porque te pegan entre diez. Soñamos con una sociedad que sepa arreglar los problemas dialogando, para que no haya patovicas violentos en los boliches y no salga más nadie lastimado.
Bienvenido fue el cambio, nos alegra vivir en país que desea que el Premio Nóbel de la Paz sea para la lucha incansable de las Abuelas, pero que entiende que hay un tal Liu Xiaobo que con la bandera de los derechos humanos en la espalda, es galardonado a pesar de la advertencia del gobierno chino, que hasta amenazó al comité organizador de una ruptura de relaciones con Noruega. Vaya si logramos recuperar algo de libertad que lo premiaron igual.
Somos parte de una sociedad que fue reinagurada construyendo su futuro basado en la memoria, sabiendo y conociendo que el 24 de marzo de 1976 comenzó un proceso que hasta tuvo un nombre equívoco: Proceso de Reorganización Nacional. Sus principales exponentes hoy nos hacen poner la piel de gallina cuando los vemos en fotos o los escuchamos nombrar. Pero siempre los recordamos, como tenemos presente a los 30.000 desaparecidos que casi 35 años después son capaces de mantener viva la lucha de un pueblo que sólamente quiere expresarse. Por eso celebramos hoy el cambio latinoamericano. Los presidentes unidos que apoyan un gobierno que intenta ser derrocado en Ecuador, para que no suceda lo que todavía está fresco en Honduras. Es parte de la libertad, ya que estamos a tan solo seis años de cumplir 200 años como país independiente y definitivamente, queremos liberar todas nuestras expresiones.



(...)Si mi boca de dragón enciende la mecha
y no te gusta que diga una sola verdad
vas a usar tu prensa para aplastarme,
y a la canción de la vida vas a desterrar.
Vas a estar perdiendo el tiempo,
porque atrás nuestro viene un viento
que derriba todo lo que toca,
porque mi canto ya tiene otras bocas
y ya nadie lo puede callar (...)

Fragmento de "A la carga mi Rock and Roll", La Renga.

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