Buscando a Wally

martes, 3 de agosto de 2010

¡¡HAY OLOR A FÚTBOL!!

Ya se puede respirar en las calles. Señora, vuelve el fútbol! Por fin, lo estábamos esperando, qué largo se hizo este receso. Si bien dos divisionales privilegiadas ya comenzaron, las restantes estarán arrancando a fines de esta semana. Tal es así que el corazón pide a gritos ese reencuentro con su amor verdadero. El hombre quiere volver a ver televisión y la oficina de los lunes pide charla de fútbol desesperadamente. Pasó el mal trago del mundial, las cámaras hiper-lentas, las canciones de Shakira y las cuatro pepas de Alemania. Queremos volver a ver a Racing y Gimnasia peleando el descenso o saber cómo le irá a Central enfrentando a Patronato. Estamos deseosos de festejar derrotas de Arsenal, soñar con su descenso y la vuelta a normalidad del fútbol que amamos. Pedimos regresar a la cancha. Renovar la ilusión y dejar la garganta en cada partido. Pero dejarla de verdad, pasar un par de días sin voz a puro te con limón y miel. Estamos esperando que empiece el fútbol ya que nos morimos de ganas de putear un árbitro o colgar una bandera. Cagarnos de frío y morirnos de calor. Sentir ese olorcito a tribuna y percibir ese mal clima que termina en quilombo seguro. Escuchar a la voz del estadio sin entender nunca lo que dice. Agarrarnos la cabeza y pedir ayuda Divina cuando vamos ganando uno a cero a falta de 5 minutos. Queremos gritar un gol con todo y abrazarnos con hermanos de sangre desconocidos en pleno delirio. Soñamos con ese campeonato, la vuelta olímpica, los festejos interminables, las cargadas. Cambiamos los 64 partidos del mundial por los 10 minutos previos a la salida de nuestro equipo en la primera fecha, cantando de corazón, esperando ver esos colores que amamos. Los papelitos, los muchachos del alambrado, las malas palabras, las creativas formas de hacer sentir mal al rival. La discriminación y la violencia verbal, el folklore. Las alegrías, las tristezas, las caravanas, el puto, el cagón, el capo, la yuta y el trapo. Que no nos falte nunca. Podemos vivir sin amigos, sin pareja, sin microhondas, sin auto, sin ningún tipo de lujos. Pero el fútbol es como el Rock and Roll, no morirá jamás. Gracias por estar siempre.

1 comentario:

  1. por q a loma lo quiero lo voi alentar en las buensa y en las malas mucho maaaa

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