El gol de Iniesta a pocos minutos del final del alargue dejó una sensación de vacío en los holandeses. Minutos antes en un tiro libre para la naranja, nos sorprendimos ya que la barrera estaba a muy poca distancia de la ubicación de la pelota; pero más bronca nos dio a los que hinchábamos por Holanda que tras el claro rebote en la misma el árbitro dio saque de arco. Aisladas polémicas que se dieron en este mundial. Un gol de Tévez en posición adelantada frente a México, uno muy mal anulado a Inglaterra en octavos también frente a Alemania, o la doble mano del brasilero que ya poco nos importa, entre otras. La experiencia mundialista de Sudáfrica nos dejó una vez más a los argentinos divididos por razones futbolísticas. La abultada goleada frente a Alemania que nos dejó penando en los cuartos de final al igual que la Copa anterior quizás nos ayude a entender que realmente no somos tan poderosos como creemos. Dejó la triste sensación de un equipo que por individualidades es capaz de ganarle a cualquiera, que era uno de los mejores del Mundial hasta que se topó con un rival en serio. Quedó flotando en el aire la idea de que le tenemos mucho respeto a las selecciones con historia grande. La participación de la Argentina en la Copa del Mundo no nos aclaró muchas cosas, ya que va pasando el tiempo y seguimos sin saber bien qué es Messi para nosotros. Discutimos bastante por este pibe, cuando tendríamos que dejarlo jugar y que sea uno más; aunque tenía la ilusión de que, si es el mejor del mundo como se dice, se ponga el equipo al hombro en los momentos difíciles como alguna vez supo hacer quién hoy es el técnico de la Selección.
Pero ya está. Habrá que volver a la rutina de a poco. Cada uno vuelve a su lugar y todo vuelve a lo normal. En las calles ya no se respirará tanto fútbol, volverá Jorge Rial a los televisores y las mujeres se reencontrarán con la cara de Ricardo Fort. También regresará la inseguridad, las cuestiones políticas, marchas y cortes de calles, ya que hace un mes que los noticieros nos muestran solamente lo que ocurre en Sudáfrica. Hablaremos de fútbol quienes lo hacemos siempre y cuando jueguen Chicago - Tristán Suárez no va a haber ningun pulpo que diga quién va a ganar, así como tampoco Shakira hará la version del Waka - Waka del nacional B. De a poco estaremos de vuelta viendo por televisión lo que pasa entre Riquelme y Palermo y estará con nosotros nuevamente esa voz en off que nos dice los minutos que se van a recuperar en el fútbol para todos.
La algarabía y el furor por el Mundial terminan, España se clasificó campeón, Holanda sigue perdiendo finales y Argentina ya lleva 24 años sin llevarse la copa. Armamos las valijas y esperamos ansiosamente al mes de agosto para reencontrarnos con la cancha, los papelitos, los insultos, desorganización e impuntualidad. Pero al fin y al cabo, con nuestros amores verdaderos.
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