Están pasando cosas feas en el fútbol. Se nos están riendo en la cara. Aceptamos que River es uno de los dos grandes, que causó revolución social y mediática con su descenso al nacional B, entendemos que Olé ahora le dedique tapas al ascenso y que Paso a Paso sume una nueva categoría a los informes. Personalmente me gusta que dicho programa sortee la camiseta de Ferro. Asumimos que el fútbol para todos pase Quilmes - Almirante Brown para poder trasmitir los partidos del Millonario. Pero que tampoco nos tomen por idiotas. Lo que pasó en Mendoza no fue algo histórico para el fútbol argentino, ni debe ser el día del hincha, como proponía América en la voz de Gabriel Anello o un tal Vila... Para mi fue en todo caso, el día del hincha pelotudo. Casi quince mil "No hinchas" de Independiente Rivadavia acudieron con su entrada al Estadio Malvinas Argentinas. En ese partido hubo visitantes. Algunas camisetas de River se veían mezcladas entre tantas personas, con muchos globos rojos y blancos y bengalas de humo del mismo color, lucidas entre la acústica de una hinchada neutral que gritaba Vamos River Plate, que ovacionaba al Chori Domínguez y aplaudía a Cavenaghi. Y pedían falta cuando un jugador Millonario era contactado por un rival.
Así fue como ellos pudieron ir de visitante en su primer partido en esa condicion en el nacional B. Cuando el resto de los demás hinchas de clubes del ascenso, asumimos con total respeto e indignación silenciosa el regimiento que nos impide ver a nuestro equipo fuera de casa. Queremos un fútbol justo, o al menos que no sea tan evidente la diferencia. Todos queremos ir de visitante. Después preguntan porqué hay violencia, cuando no facilitan las cosas desde las autoridades. Si los demás equipos que reciban a River no se disponen a vender entradas para "neutrales", los hinchas locales tendrán que elegir el único camino posible para hacer valer su identidad, intentando sacar a los infiltrados que en gran número se harán presente en las canchas del nacional B. Y esto no le conviene a nadie. Se está a tiempo de cambiar, de no ser tan evidentes, de no hacer tanta diferencia. Aunque haya que decir: "tenía que bajar River para que vuelvan todos los hinchas". No importa, ya sabemos que el fútbol es injusto, pero que por lo menos, no piensen que todos los demás somos idiotas.
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